Desde hace miles de años, el ser humano ha encontrado en el queso una forma ingeniosa de conservar la leche y, al mismo tiempo, crear algo completamente nuevo: un alimento vivo, complejo y lleno de carácter. Hoy, el queso es protagonista de múltiples culturas gastronómicas, y en Guttor, es parte esencial de lo que hace especial cada baguette.
Origen milenario con sabor actual
La historia del queso se remonta al menos al 8000 a.C., cuando las primeras civilizaciones domesticaron animales y descubrieron, casi por accidente, que la leche podía fermentar y convertirse en un producto más duradero. Civilizaciones como la egipcia, la griega y la romana ya lo producían y consumían, usando métodos que, aunque rudimentarios, sentaron las bases del queso artesanal que conocemos hoy.
Con el paso del tiempo, cada región fue adaptando el proceso a su entorno, generando variedades únicas: quesos suaves y cremosos en zonas frías; curados, intensos o ahumados en regiones cálidas. Así nació la diversidad que hoy disfrutamos: brie, manchego, gouda, roquefort, gruyère… y la lista sigue.
Por qué el queso es tan especial?
El queso no es solo leche transformada. Es el resultado de un proceso vivo, donde bacterias y mohos, tiempo y temperatura, moldean su sabor, aroma, textura y personalidad.
Además, contiene proteínas de alta calidad, calcio, fósforo y ácidos grasos beneficiosos. Eso sí: su valor real está en su capacidad para potenciar los sabores del resto de los ingredientes.
Y qué hace Guttor con todo esto?
En Guttor no usamos cualquier queso. Seleccionamos productos que respetan su origen, que han sido curados con tiempo y cuidado, y que maridan con nuestras charcuterías y panes de masa madre.
Cada rebanada se elige para complementar y equilibrar sabores, no para ocultarlos. Porque sabemos que un gran baguette no se construye con relleno genérico, sino con ingredientes reales y procesos honestos.
Queso + pan + historia = experiencia
Cuando combinas pan de masa madre con charcutería tradicional y quesos bien elegidos, no estás haciendo un sándwich: estás construyendo un plato que refleja siglos de técnica y cultura.
En Guttor, nos apoyamos en esos ingredientes para ofrecer algo más que comida rápida: una experiencia que respeta el origen y celebra el sabor.
No hacemos fast food.
Hacemos buena comida, rápido.
Y el queso siempre tiene un lugar en esa historia.
